jueves, 27 de octubre de 2022


La Conversación 

Cuando salimos de la clase de pilates, el sol nos arropó con todo su esplendor. "Qué día tan lindo" pensé mientras echamos a andar juntas por la vereda. Siempre es grato conversar con ella .

Nos despedimos en la esquina y mientras caminaba hacia mi hogar, pensaba lentamente en la conversación que acaba de sostener con mi amiga. Me sorprende que existan personas capaces de enganchar tan rápidamente con la historia de vida de otros como si pudieran contemplarlo todo desde un ángulo que uno desconoce y, de paso, tienen el súper poder de convertirse en una ventana hacia un exterior mucho más claro y simple!

Pienso que en el tránsito de nuestras vidas nos encontramos personas que ya existieron en un pasado y que, de alguna extraña manera ya nos conocían o ya estuvieron involucrados con nosotros. A ver, de pronto sueno a reencarnación, regresiones, constelaciones y toda esta onda que nos puede ayudar a resolver temas que tienen que ver con nuestros ancestros. Lo cierto es que estoy convencida de que ningún encuentro es casualidad y que siempre hay un propósito de vida tras esos encuentros fantásticos.

En eso pensaba mientras regresaba al hogar, a mi hogar. El que había construido sobre mis propias bases y convicciones, rompiendo con esquemas pasados y tradiciones pre establecidas para dar lugar a las mías, a las que considero las idóneas más allá de lo que puede ser o resultar correcto para los demás.

Me di cuenta de que soy la única con el poder suficiente para romper con cadenas familiares que no me hacen feliz y cambiar el curso de mi vida para crear una nueva forma de existir más acorde con lo que quiero para mí y los míos. 

Con el tiempo he comprendido que tengo todo el derecho de establecer mis propias reglas y creencias que son producto de la parte que me ha tocado vivir y que no necesariamente deben estar aferradas a mis antepasados, ni siquiera a los más inmediatos. Si bien es cierto que todos indefectiblemente tenemos una base que proviene de la crianza, también es muy cierto que esas bases pueden ser removidas sin ningún problema y que no es necesario repetir patrones "familiares" para crear nuestra propia familia.

Un poco sobre esto conversábamos en la esquina mientras el sol nos daba en la cara y el viento revolvía nuestros cabellos y activaba nuestras ideas. El ruido de los autos no fue impedimento para que escuchara cada palabra que llegaba con más fuerza a mi corazón que a mi cerebro. 

Descubrir algunas cosas sobre uno mismo, dichas por otro, siempre es como mirarse en el espejo pero con ojos ajenos. Es más honesto, más crudo, más real. No importa de qué se trate, pero mirarse de frente con uno mismo a través de otra persona, puede despejar esa X que muchas veces nos tortura y eso es reconfortante. Poder sacar las capitas de cebolla una a una, es muy reconfortante!


Así va la vida mientras escribo y al fondo suena "Una rosa es una rosa" de Mecano...








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