lunes, 15 de julio de 2024

 




Relatos desde el bondi


Despertar de golpe


Quedarse dormido en el bondi es como entrar en una galaxia desconocida y ser absorbido por un agujero negro. Pero despertarse de golpe, es otra cosa. Es como ser escupido de pronto por el mismo agujero negro y quedarse suspendido en la nada misma. Como en el limbo. Uno queda como paralizado esperando que la conciencia haga lo suyo y ponga cada cosa en su lugar.

Miramos por la ventanilla tratando de reconocer la calle que transitamos. Uno no sabe ni dónde está ni para dónde va. Lentamente se va cayendo en cuenta a cerca del espacio que se ocupa para entender finalmente,  que no estas dentro de un sueño.

Estás como cualquiera, en el bondi.

J.R.O.

 


Relatos desde el bondi


Envidia del sol

Como cada mañana salió a buscar el colectivo que lo llevaría hasta su escuela. Siempre iba sobre la hora. Esa madrugada estaba especialmente oscura y hasta sintió envidia del sol porque aún dormía mientras él luchaba contra su mayor enemiga, la pereza, para arrancar el día.

¡Largo día el que se venía por delante! pensó casi en voz alta.

Siempre que se aproximaba a la esquina, justo donde debía cruzar para dirigirse a la parada, sus piernas se ponían más pesadas y comenzaba a perder la conexión entre su cerebro, sus pies y el colectivo.

Aquella distancia se hacía cada vez más larga. Miró la hora en su celular y se percató de que iba tarde. Apresuró su caminata con su sufrimiento a cuestas. El semáforo se apiadó de él. Logró alcanzarlo y ya en su puesto, respiró.

J.R.O.

 


Relatos desde el bondi


La Contemplación


Una vez alguien dijo que la escritura era un ejercicio necesario para el cerebro y, aunque el cerebro evidentemente no es un músculo, igual necesita ser ejercitado para evitar que se entumezca y se vuelva viejo deliberadamente.

¡La cuestión es que escribir no es tarea sencilla!

Hay días en los que el espíritu del gran Gabriel García Márquez se apodera del alma de uno y bueno, nacen las ideas más genuinas para construir historias increíbles. Pero, lamentablemente son más las veces que ese milagro, no sucede.

Entonces aplicamos el muy reparador "plan Contemplación".

La contemplación no es otra cosa más que quedarse mirando a la nada misma mientras nuestro espíritu intenta conectar con la historia de vida que hay detrás de todo el que sube y baja del colectivo con su cargamento a cuestas.

Es dejar que el tiempo consuma eso que llamamos vida.

J.R.O.





Relatos desde el bondi


Era lunes y ella corría

El día había amanecido realmente pesado. Calor, fresco, fresco, calor. El bondi viajaba como sin ganas de llegar a ninguna parte. La gente subía y bajaba con sus rostros muy de lunes. De pronto y de la nada, apareció ella corriendo desesperada sobre la vereda. Parecía ir al ritmo de las ruedas del colectivo sobre el pavimento. Corría y corría apretando el paraguas negro contra su pecho, mientras que su bolso se sostenía con fuerza de su brazo, como con miedo a desprenderse y quedarse abandonado en el camino.

Su cabello oscuro y ensortijado también corría. De momento, hasta pareció flotar. Todos la observaron desde las ventanillas del colectivo rogando que el chofer se detuviera a tiempo. Pobre, se veía tan cansada cuando logró sentarse. Respiró profundamente al tiempo que su rostro volvía a tener color. 

Mientras tanto, la música continuó sonando.

J.R.O.




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